La participación de más mujeres en inteligencia artificial contribuirá a evitar el sexismo

Según Noticias ONU, que recoge los resultados de un estudio realizado por UNESCO y la coalición EQUALS, las mujeres conforman solo el 12% investigadores en inteligencia artificial.
La limitada participación de la mujer en la tecnología puede extender sus efectos más allá del sector con una velocidad sorprendente, replicando los prejuicios de género existentes y creando otros nuevos.
Si se construye un sistema inteligente que aprende lo suficiente sobre las propiedades del lenguaje para poder entenderlo y producirlo, en el proceso también adquirirá asociaciones culturales históricas, algunas de las cualespueden ser negativas.
Por ejemplo, Microsoft desarrolló un "chalkbot" (un programa informático con el que es posible mantener una conversación) y lo alimentó a través de la información de publicaciones de Twitter. Apenas 15 horas después de su lanzamiento al público, el robot digital se refería al feminismo como “un culto” y un “cáncer". La compañía tuvo que eliminar la utilidad a menos de un día después de su lanzamiento.
Hoy en día, y con raras excepciones, la mayoría de los asistentes de voz son exclusivamente mujeres, o femeninos por defecto, tanto en nombre como en el sonido de su voz (Alexa, Google, Siri, etc.).
Cuando un hombre hace comentarios abusivos o sexuales la respuesta de la mayoría de asistentes de voz es coqueta o mediocre. Cuando una máquina da instrucciones autoritarias, generalmente está presentada como un hombre; incluso hay asistentes que cambian de voz según la situación, por ejemplo, si deben dar una instrucción son masculinos, pero si el usuario le pide un servicio se cambia a voz femenina. Los call-centers para los agentes de la bolsa en Japón utilizan voces femeninas automatizadas para dar cotizaciones de acciones, pero luego cambian a voces masculinas para facilitar y confirmar transacciones.