Espacio Europeo de Investigación (EEI)

El Espacio Europeo de Investigación (EEI) se puso en marcha en el año 2000, en el marco de la Estrategia de Lisboa, para abordar la fragmentación del sistema de investigación e innovación de la Unión Europea (UE). Nació con el propósito de superar la fragmentación y aislamiento de los sistemas nacionales y reducir las disparidades de su reglamentación y marcos administrativos. 

Su objetivo es reforzar la capacidad científica y las bases tecnológicas de la Unión mediante el establecimiento de un mercado único de investigación e innovación en el que los investigadores, el conocimiento científico y la tecnología circulen libremente. A través del EEI, la UE y sus Estados miembros fortalecen sus capacidades científicas y tecnológicas, su competitividad y su capacidad para abordar colectivamente los grandes retos.  

El EEI atrae a los mejores talentos para desarrollar su carrera investigadora en Europa, desarrolla una estrategia conjunta de construcción y operación de infraestructuras de investigación, incentiva a la industria a invertir más en la investigación europea y contribuye, en definitiva, al crecimiento sostenible y la creación de puestos de trabajo. 

El EEI es un marco político establecido y bien reconocido que promueve las sinergias de las políticas e iniciativas europeas de investigación e innovación con las nacionales y regionales, en plena consonancia con el principio de subsidiariedad y la autonomía de las agencias de financiación y los organismos de investigación. 

A lo largo de todos estos años la UE ha ido actualizando la agenda del EEI para reforzar las prioridades de cada periodo. Si bien se han alcanzado grandes logros en el desarrollo del EEI, el contexto actual requiere un nuevo planteamiento que refuerce su misión como espacio común de investigación e innovación. Con este propósito la Comisión Europea lanzó el 30 de septiembre de 2020 una Comunicación con la propuesta de un plan para  el nuevo Espacio Europeo de Investigación e Innovación, que, como los anteriores, estará centrado en la excelencia, será competitivo, abierto y orientado al talento, mejorará el panorama de la investigación y la innovación en Europa, pero incorpora los objetivos de acelerar la transición de la UE hacia la neutralidad climática y el liderazgo digital, apoyar la recuperación social y económica de Europa tras la crisis del coronavirus y reforzar su resiliencia frente a nuevas crisis.

Se han identificado 4 prioridades para este nuevo EEI: 

1. Priorizar las inversiones y reformas en investigación e innovación hacia la transición ecológica y digital. 
2. Mejorar el acceso a instalaciones e infraestructuras de alta calidad para los investigadores de toda la UE. 
3. Transferir los resultados: impulsar las inversiones empresariales y la asimilación por el mercado de los resultados de la investigación, y fomentar la competitividad y el liderazgo de la UE en el entorno tecnológico mundial. 
4. Reforzar la movilidad de investigadores y la libre circulación de conocimientos y tecnología, mediante una mayor cooperación entre los Estados miembros.