
El turismo comercial en buques y aeronaves no ha dejado de crecer desde las primeras expediciones de los años cincuenta. El turismo se ha concentrado fundamentalmente en la región de la península Antártica y viaja a bordo de buques de pasajeros desde Sudamérica (Argentina y Chile).
Los países firmantes del Tratado y Protocolo deben estipular un régimen de autorización para las actividades en la Antártida; los visitantes elegibles deben obtener por adelantado las autorizaciones expedidas por la respectiva autoridad competente de cada parte del Tratado Antártico. En España, la autoridad competente es el Comité Polar Español.
Todas las expediciones que se organicen o partan desde territorio español y en las que participen sus navíos o nacionales, ya sean gubernamentales, no gubernamentales o de turismo, deben ser autorizadas por el Comité Polar Español.