
La apuesta por la cooperación transfronteriza y el fortalecimiento de las relaciones entre España y Portugal se ve plasmada en los respectivos Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia de ambos países, tal y como quedó de manifiesto en la cumbre hispano-lusa que tuvo lugar el 28 de octubre de 2021, en Trujillo.
En esta cumbre, ambos países acordaron un marco de cooperación en materia de programas y tecnologías espaciales de interés común iniciado por una colaboración concreta para desarrollar una constelación de satélites de observación de la Tierra llamada Atlantic Constellation.
Esta iniciativa tiene el objetivo de proveer datos de observación de la Tierra con una alta frecuencia de revisita sobre el territorio de ambos países, complementando los sistemas ya existentes en la actualidad, como los satélites Sentinel del programa europeo Copernicus.
La observación de la Tierra desde el espacio es una de las líneas estratégicas de máximo interés dado que no solo genera puestos de trabajo altamente cualificados en el desarrollo de los sistemas espaciales (segmento de tierra, segmento de vuelo, lanzador y operaciones), sino que proporciona datos esenciales para la creación de aplicaciones y servicios adicionales que generan empleo en empresas de valor añadido en diferentes disciplinas como agricultura, cartografía, medio ambiente, oceanografía, prevención de catástrofes o ciencias de la atmósfera.
Esta actuación se dirige a definir, desarrollar y comprar satélites y el segmento terreno asociado que representarán.
Este sistema funcionará a través de una combinación de plataformas llamado Atlantic Pole to Pole Observation System of Systems (APOSS) con componentes espacial, aéreo, terreno, y flotante entre otros. El sistema monitorizará las variables necesarias, y el sector espacial combinará los datos suministrados por satélites existentes internacionales como: Copernicus - Sentinels, NOAA-NASA, etc., y en España: Paz, Deimos 1 y Deimos 2. Estos satélites existentes se complementarán con la constelación de pequeños satélites, la Atlantic Constellation, para asegurar un adecuado tiempo de revisita.
La dimensión inicial de esta constelación es de 16 satélites, de los que 8 de ellos se desarrollarán en el ámbito español. Estos satélites trabajarán de manera conjunta, aunque independiente, intercomunicados y serán interoperables por un operador terrestre común.
La cooperación bilateral con Portugal permitirá duplicar la capacidad de esta actuación haciendo una constelación de satélites interoperables a través de un operador en tierra común, para resolver además algunos de los problemas transfronterizos de afectan a ambas naciones, como pueden ser la detección temprana de incendios, la lucha contra la sequía o aspectos relacionados con la gestión agrícola. Esta actuación es una de las que le da un carácter internacional a este PERTE.
Usos de la Constelación Atlántica
El sistema Atlantic Constellation será una costelación de pequeños satélites para monitorizar el cambio climático y en concreto: las bahías y estuarios, los efectos de desastres naturales en zonas costeras, la producción sostenible de alimentos, la gestión de los recursos marinos y costeros, la monitorización del ecosistema marino y costero.
Las soluciones generadas por estas empresas tienen además un impacto positivo en la vida de los ciudadanos puesto que ayudan a mitigar el efecto del cambio climático, paliar el efecto de desastres naturales, optimizan los recursos naturales como cosechas o acuicultura, y nos alertan de situaciones climáticas de emergencia. Además, ayudan a comprender los fenómenos que generan y rigen el cambio climático o la evolución de los ecosistemas marinos de los océanos.
Ejecución y resultados
En la reunión del Consejo de ministros celebrada el día 18/07/2023 se ha aprobó el Acuerdo por el que se autoriza a la Agencia Espacial Española (AEE) la suscripción del Acuerdo para asistencia de la Agencia Espacial Europea (ESA) a España acerca de la observación de la Tierra (Constelación Atlántica).
La ESA asistirá a la AEE para el lanzamiento de una licitación (Invitation To Tender) que se llevará a cabo en dos fases, tendrá dos fases, una primera a la que pasarán dos consorcios en competencia y cuyos resultados servirán para terminar de definir los requisitos. El consorcio ganador comenzará la ejecución en 2024.