El sector aeroespacial se define como un sector estratégico tanto por el peso económico-industrial y su aporte al PIB como, muy especialmente, por su gran capacidad de generar actuaciones de I+D de aplicación en numerosos sectores económicos más allá del aeroespacial.
Por tanto, se plantea una actuación global sobre las tecnologías aeroespaciales que se orienten a la transición verde, refuercen las capacidades españolas y generen un efecto de arrastre sobre toda la cadena de valor.
Con esta línea de inversión se avanzará en la generación de capacidades industriales españolas vinculadas al futuro avión de bajas y nulas emisiones cuyas actividades de I+D están cubiertas por el Plan Tecnológico Aeronáutico. Asimismo, se han identificado áreas adicionales de desarrollo experimental que concluyan en el desarrollo de prototipos de bienes de equipo y gemelos digitales para la adaptación de los entornos fabriles españoles, entre otros, que fomenten la eficiencia, un menor consumo de recursos o menor impacto medioambiental. En cualquier caso, se perseguirá que estás actuaciones tenga, como poco, un impacto neutro en términos medioambientales.
En el área de espacio se perseguirá el establecimiento de un programa de tecnología espacial que genere nuevas capacidades propias a través de convocatorias de subvenciones, convenios entre administraciones públicas para la ejecución de proyectos de I+D y compra pública precomercial para, entre otros, mantener y reforzar el papel de los avances españoles en grandes misiones espaciales internacionales, tratar de consolidar algunas capacidades para el acceso al espacio a través de la compra pre comercial de prototipo de lanzadores en conjunción con un satélite español de observación; estudiar la viabilidad técnica y económica de la construcción de una plataforma oceánica de lanzamiento en el entorno de las Islas Canarias y, si es factible, su puesta en funcionamiento; desarrollo y prueba de nuevos sistemas de comunicaciones ópticas en el espacio; eliminar la dependencia española en tecnología de cámaras trabajando en el infrarrojo con refrigeración criogénica (tecnología ésta muy utilizada en seguridad y detección) de gran aplicación en todo tipo de sistemas de seguridad de fronteras y observación, el desarrollo de la carga útil de un satélite para el establecimiento de un corredor de claves cuánticas garantizando un sistema seguro de comunicaciones inviolables, entre otras compras que desarrollen capacidades tecnológicas espaciales para la prestación de servicios de interés público.
En concreto, esta inversión pretende realizar una actuación sobre las capacidades tecnológicas e innovadoras españolas relativas al ámbito aeroespacial, por su impacto en el conjunto de la economía y por la capacidad de generar conocimiento e innovaciones de aplicación en numerosos ámbitos (por ejemplo, nuevos materiales, sensores, servicios avanzados que permitan otras innovaciones, etc.)
En el ámbito aeronáutico en esta línea se pretende apoyar la generación de capacidades tecnológicas relativas fundamentalmente al futuro avión de bajas y cero emisiones mediante el desarrollo de proyectos empresariales de I+D+I, aunque también se han identificado desarrollos tecnológicos críticos relativos a los UAV, aeronaves multipropósito o sistemas de fabricación avanzada que incluyan la creación de gemelos digitales, entre otros.
Así, en el Programa Tecnológico Aeronáutico se proponen convocatorias de subvenciones para el desarrollo de proyectos de I+D en temáticas como nuevos sistemas de propulsión, optimización integral de la generación, distribución y almacenamiento de la energía no propulsiva, pero también el desarrollo de nuevos materiales más ligeros que contribuyan a reducir el consumo de combustible o nuevas herramientas de cálculo y optimización aerodinámica, entre otros. En el ámbito de los UAV se persigue el desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación entre diversos tipos de vehículos entre sí de manera segura y ciber-protegida o sistemas de detección y comunicaciones para la integración de sistemas autónomos en un espacio aéreo compartido.
Estos proyectos deberán realizarse por consorcios empresariales de 2 a 6 empresas participantes, siempre con la participación de, al menos, una pyme. De hecho, la convocatoria reserva una parte del presupuesto para consorcios formados exclusivamente por pymes. El presupuesto mínimo por proyecto será de 2,5 millones de euros y la duración de 2 a 4 años. Los organismos de investigación podrán participar en régimen de subcontratación.