25 de noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
La violencia contra las mujeres constituye una vulneración de sus derechos fundamentales y la expresión más cruel de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres.
El artículo 1 de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, aprobada por Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 20 de diciembre de 1993, define la “violencia contra la mujer” como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de sensibilizar a toda la sociedad respecto del problema de la violencia que sufren las mujeres, y para fomentar la toma de conciencia sobre la gravedad de la violación sistemática de los derechos de las mujeres en todo el mundo, decidió en 1999 declarar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, invitando a los gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, a sumarse a esta tarea de concienciación y sensibilización.
Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hacer cumplir el derecho a la educación de las niñas, sino que también restringen el acceso a la educación superior a la mujer y limitan sus oportunidades de empleo.
España es un país pionero en la lucha contra la violencia de género y un referente a nivel mundial, que ha enseñado a otros que la única manera de atajar la violencia contra las mujeres es hacerla aflorar, que la sociedad la conozca, no la calle ni la oculte en el ámbito privado o de las relaciones personales. La mejor manera de erradicar la violencia sobre las mujeres es enfrentarse a ella, romper los silencios cómplices, y lograr el rechazo unánime de la sociedad ante las actitudes violentas y discriminatorias.
El Consejo de Ministros ha adoptado una declaración por la que el Gobierno manifiesta su firme compromiso de seguir avanzando, desde la unidad, la lealtad y el consenso alcanzados en el Pacto de Estado, en la lucha contra la violencia sobre las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones a través del establecimiento de las todas medidas legales y de cualquier otra índole necesarias para erradicarla, apoyar a las víctimas, y garantizar el libre ejercicio de los derechos de todas las mujeres, desde el convencimiento de que sin la libertad y la seguridad de las mujeres no es posible la construcción de una sociedad plenamente democrática.